La constructora Sacde, una de las que participó en el gasoducto Néstor Kirchner, invirtió más de u$s 30 M en el último año para sumar tecnología y acelerar las obras de infraestructura que permitirán que Vaca Muerta pueda aprovechar todo su potencial.
El gasoducto Néstor Kirchner tendrá un fuerte impacto en sustituir importaciones de energía, bajar el gasto en subsidios y que el país avance hacia el autoabastecimiento energético. Sin embargo, la obra, de 573 kilómetros, es tan solo una parte de los al menos 3.000 kilómetros de ductos que se requerirán para aprovechar las enormes cantidades de reservas de Vaca Muerta, que tiene una ventana acotada de tiempo, producto de la transición energética.
Por este motivo, desde la constructora Sacde, una de las empresas que participó de la construcción del gasoducto, duplicaron la inversión en tecnología y desembolsaron u$s 32 M durante el último año para sumar maquinaria para mejorar la productividad y acelerar la obra. Para eso también pusieron en marcha una escuela para capacitar a los trabajadores en soldadura automática, que con los bienes de capital importados permite hacer un primer cordón de soldadura en un minuto y medio.
Durante una recorrida por la nueva escuela que realizó Ámbito, Pablo Brottier, director de comercial de Sacde, explicó el motivo de las inversiones: “Estamos incorporando tecnología para los cambios que se vienen. Se prevé que Neuquén supere el millón de barriles en petróleo y duplique la producción de gas. Y para eso, se va a necesitar infraestructura”, afirmó.
“Los consumos están lejos de los centros de producción, y por los niveles productivos se va a poder exportar a Chile, y cuando haya GNL, a cualquier país. Para eso se van a necesitar más ductos, que es lo más limpio, seguro y sustentable. Hoy son insuficientes”, agregó Brottier.
Por ese motivo, Carlos Coleto, gerente de la unidad de negocios de gas y petróleo, explicó cuáles fueron las inversiones, mediante las cuales Sacde pasó de un promedio anual de u$s 16 M a u$s 32 M en el último año. “Para lo que viene, tenemos que estar a la vanguardia”, afirmó. La constructora sumó equipos de soldadura automática, curvadoras, biseladoras y acopladores internos de última generación.
Fuente: Ámbito