La iniciativa, contemplada en la Ley Ómnibus, apunta a proyectos nuevos o ampliaciones de existentes con incentivos, certidumbre, y seguridad jurídica. Abarca a varios sectores no sólo energético, en especial a industria a capital intensivo. Favorecería para la construcción de oleoductos, gasoductos y plantas de GNL.
Dentro del Capítulo II de la Ley Ómnibus, enviada por el Poder Ejecutivo Nacional al Congreso de la Nación, figura un anexo clave que tiene que ver con un Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), por el cual según la normativa en su artículo 641 se otorgará a los titulares y/u operadores de grandes inversiones en proyectos nuevos o ampliaciones de existentes que adhieran a dicho régimen, los incentivos, la certidumbre, la seguridad jurídica y la protección eficientes de los derechos adquiridos a su amparo.
La medida abarca a sectores de agroindustria, infraestructura, forestal, minería, gas y petróleo, energía y tecnología que «muchas veces cuentan con dificultades intrínsecas para su desarrollo, entre las que destacan el capital cuantioso e intensivo, y los largos tiempos de recupero de lo invertido, que en el estado actual de situación del país y sin un adecuado marco de incentivo que brinde certidumbre y devuelva a la Argentina competitividad como destino de inversión, verían seriamente afectadas sus posibilidades de ocurrencia, tal como ha quedado históricamente demostrado».
Se propone, entonces, una herramienta para atraer grandes inversiones de largo plazo en los sectores referidos, que de lo contrario no se verificarían.»Por ello, -dice el texto- para incentivar su concreción es necesaria la creación y vigencia, durante un plazo determinado, de un régimen de incentivos que de alguna manera adelante temporalmente, y solo para grandes inversiones, las condiciones macroeconómicas de inversión que Argentina tiene por objetivo alcanzar para todos en el tiempo».
Fuente: Mejor Energía