Es uno de los parámetros que permite medir el nivel de actividad que tiene la formación. El año pasado, se realizaron un 22% más de estas etapas que en 2021.
El 2022 fue un gran año en materia de producción para Vaca Muerta. Y un dato específico parece certificarlo: durante el año pasado, la formación shale alcanzó un nuevo récord en cantidad de etapas de fracturas, una medición que sirve para medir de alguna manera el nivel de actividad, al tratarse del paso previo a la puesta en producción de cada pozo.
En concreto, durante diciembre, se realizaron 1.026 etapas de fractura en Vaca Muerta, para cerrar el año con un total de 12.522 punciones, de acuerdo al informe elaborado por Luciano Fucello, de la Fundación Contactos Energéticos. Así, se registró un crecimiento anual del 22% frente al 2021 y alcanzó el nivel más alto en la historia de la formación.
Según remarcaron especialistas en el sector, algunos de los motivos que pueden explicar el crecimiento en la actividad en Vaca Muerta fue la nueva edición del Plan Gas, sumado a un incremento en las exportaciones tanto de petróleo como de gas.
De cara al futuro, remarcan, el techo para la formación “lo pone la demanda”. En ese sentido, la capacidad de transporte es clave y cobra una vital importancia el gasoducto Néstor Kirchner, cuyo primer tramo se estima que estará en funcionamiento a mediados de este año.
En cuanto a las etapas de fractura, durante diciembre nuevamente YPF fue la empresa con mayor actividad, con un total de 307 punciones. Le siguieron Vista, con 168; Tecpetrol, con 165; Shell con 136; Pan American Energy (PAE), con 97 etapas; Pampa Energía, con 57; Pluspetrol con 52 y Total Austral con 44.
Fuente: Ámbito