Rusia, tercer productor mundial de petróleo, ha sido durante mucho tiempo una incógnita en lo que respecta al acuerdo de producción de la OPEP+, que limita la producción de petróleo de los participantes para apoyar la subida de los precios.
Fue la disputa de Moscú con Arabia Saudí sobre las cuotas de producción a principios de 2020 la que, combinada con la aparición de la pandemia del COVID-19, hizo que los precios del crudo se hundieran en territorio negativo por primera vez en la historia. El West Texas Intermediate, de referencia en Norteamérica, se desplomó hasta menos 37,63 dólares por barril antes de recuperarse, mientras que el Brent, que no entró en territorio negativo, la referencia internacional, se hundió hasta un mínimo intradiario de menos 15 dólares por barril.
Durante ese tiempo, Moscú, Riad y otros signatarios de la OPEP+ lograron finalmente acordar las cuotas de producción.
Sin embargo, las ambiciones económicas de Moscú siguen siendo una amenaza para la firmeza del acuerdo, sobre todo porque Washington amenaza con nuevas sanciones. Con la ampliación paulatina de las cuotas de producción de la OPEP establecidas en el acuerdo confirmado en la 19ª reunión ministerial, se especula mucho sobre el grado de ampliación de la oferta mundial de petróleo y cómo afectará eso a los precios del crudo.
Fuente: World Trade Energy