La aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en la ley Bases por parte del Senado generó entusiasmo en los mercados, pero también en los sectores y empresas alcanzadas por el nuevo plan de fomento para el desarrollo de proyectos y obras, en particular, en las energéticas y mineras que tienen en carpeta anuncios por casi 80.000 millones de dólares para la próxima década.
Si la Cámara de Diputados ratifica el texto de la ley Bases modificado, el RIGI resultará aplicable a las “Grandes Inversiones” en proyectos de cualquier sector foresto-industria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas, que cumplan con los requisitos previstos.
Entre otras iniciativas en carpeta se destacan la construcción de gasoductos y oleoductos que transporten gas y petróleo no convencional a puertos exportadores y zonas alejadas de los yacimientos hidrocarburíferos; construcción de nuevos puertos exportadores; obras vinculadas al litio y la energía nuclear; más parques solares y eólicos; líneas de alta tensión para abastecer con energías renovables a grandes industrias, pozos petroleros y gasíferos de Vaca Muerta, plantas de tratamientos y minas en la alta montaña; más aeropuertos y emprendimientos hoteleros y gastronómicos para fomentar el turismo y los negocios; la ampliación de hornos siderúrgicos y caleros y de plantas petroquímicas; la instalación de polos tecnológicos para el desarrollo de inteligencia artificial y modernización de industrias, entre otras iniciativas.
Sin embargo, al menos cuatro grandes proyectos energéticos y mineros llevan la punta de lanza de las grandes inversiones y hoy celebran el RIGI. Entre todas suman alrededor de inversiones por nada menos que u$s 78.400 millones para los próximos años (10.000 por el gas natural licuado, 40.000 por el offshore, 8.400 por el hidrógeno verde y 20.000 por la explotación de cobre).
Fuente: Ámbito