De momento no hay consenso en la Unión Europea en poner un tope al precio del gas procedente de Rusia, ni tampoco un tope al precio del gas natural importado de otros países.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha defendido su propuesta de establecer un techo de 275 euros el megavatio hora (Mwh) al precio de las compras de gas en el mercado holandés TTF, de referencia para la Unión Europea (UE), contiene niveles de activación «lo suficientemente altos como para minimizar los riesgos» tras críticas de países como España, cuya vicepresidenta Teresa Ribera ha tachado de «tomadura de pelo».
«Son coherentes con nuestra intención de contar con un instrumento que impida repetir episodios de repuntes de precios», ha explicado la comisaria durante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo (Francia), a pesar de que «muchos argumentan que este es un instrumento fuera de la economía de mercado ordinaria».
Entre las voces críticas se encuentran países como España, que ve la medida insuficiente por el elevado techo que establece y que ya ha sido calificada de «tomadura de pelo» por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Delegaciones como la holandesa o la alemana rechazan también la medida pero por razones opuestas, pues consideran que intervenir en el mercado puede «alterar y empeorar» la situación. «Es muy arriesgado e innecesario», señalan fuentes diplomáticas de la UE.
Sin embargo, Simson ha defendido la «apuesta» de la Comisión Europea porque, según ha recordado, sigue de cerca todas las salvaguardias enumeradas en su planteamiento de octubre, que se repetían también en las conclusiones de los Veintisiete.
La comisaria se ha centrado en los riesgos que conlleva una intervención en el mercado para incidir en que el objetivo del tope que plantea Bruselas pretende «reducirlos» para garantizar el suministro de gas al tiempo que «protege el mercado comunitario contra los picos de precios».
Fuente: La Nación