Neuquén aprueba programa pionero para controlar emisiones contaminantes del sector hidrocarburífero

El programa impone nuevas reglas a todas las empresas que operan en la cuenca neuquina, incluyendo la obligación de informar sus emisiones de metano, dióxido de carbono y óxido nitroso.

La provincia de Neuquén ha aprobado un programa pionero para controlar las emisiones contaminantes del sector hidrocarburífero, con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático. El programa, publicado en el Boletín Oficial bajo la norma 285/25, impone nuevas reglas a todas las empresas que operan en la cuenca neuquina, incluyendo la obligación de informar sus emisiones de metano, dióxido de carbono y óxido nitroso. La iniciativa busca promover la transparencia y la responsabilidad ambiental en la industria petrolera.

Durante un período de prueba piloto de 12 meses, las compañías deberán completar un cuestionario oficial para armar una base de datos sobre emisiones. El objetivo es definir una línea base de emisiones por empresa y luego aplicar medidas más exigentes. El registro será público, lo que permitirá a la sociedad acceder a los datos y conocer el comportamiento ambiental de cada empresa. La Secretaría de Ambiente busca garantizar la transparencia y la efectividad del programa.

El programa se aplicará bajo la Subsecretaría de Cambio Climático y contará con la participación de la industria y el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG). El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la adopción de mejores prácticas operativas y estándares internacionales. La iniciativa se enmarca en los compromisos climáticos nacionales e internacionales y busca convertir a Neuquén en un modelo de producción energética con control ambiental.

El programa no incluye mecanismos de mercado, sino que apuesta a la regulación directa y el monitoreo real de las emisiones. Los datos del programa permitirán comparar las empresas y saber quién contamina más o menos, lo que será clave para la política ambiental. La participación social será posible y necesaria, y los resultados serán públicos. El desafío ahora será sostener y mejorar esta política para garantizar la efectividad en la reducción de emisiones y la protección del medio ambiente.

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