México impuso el lunes restricciones a la importación de decenas de productos petrolíferos y petroquímicos, entre ellos algunos tipos de gasolina y diésel, así como turbosina y aditivos como una medida para combatir el mercado ilícito de combustibles y el contrabando.
A pesar de ser un importante productor de crudo, México es un fuerte importador de gasolinas y otros combustibles, así como de petroquímicos. Las refinerías de la estatal Pemex tienen dificultades para procesar el crudo pesado que bombea la empresa.
En un decreto publicado la noche del lunes en el Diario Oficial (DOF), el gobierno mexicano dijo que las medidas pretendían además atajar la adulteración y comercio de combustibles, que suponen un riesgo para la salud humana, el medio ambiente y los vehículos.
«Lo veo muy grave», dijo Julia González, abogada especializada en derecho constitucional mexicano. «Están restringiendo la importación de un montón de mercancías que se usan para procesos múltiples», añadió.
El decreto abarca turbosina, así como ciertos tipos de gasolina y diésel, incluido el biodiésel, que no es de uso generalizado. También ciertos tipos de naftas, alcoholes, aceites minerales y aditivos como el éter metil ter-butílico (MTBE).
Fuente: La Nación