Bolivia en riesgo de importar gas: un escenario que podría aumentar las tarifas eléctricas y afectar la economía del país.
La subvención al gas natural para generar energía eléctrica en Bolivia, que debía ser transitoria, ha perdurado por más de 20 años, convirtiéndose en una bomba de tiempo que podría derivar en una crisis eléctrica sin precedentes. La producción de energía termoeléctrica ha superado el 70% de la demanda del Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que ha generado una gran dependencia del gas natural.
El precio del gas natural para la generación eléctrica ha sido de 1,3 dólares por millar de pies cúbicos durante más de 20 años, lo que ha generado un costo de oportunidad elevado para la economía boliviana. Mientras tanto, el país ha exportado gas natural a precios mucho más altos, entre 8 y 12 dólares por millar de pies cúbicos. Esto ha llevado a una situación en la que el gas que se ha utilizado para energía eléctrica bien pudo ser exportado.
La situación actual podría llevar a Bolivia a importar gas natural en los próximos 2 o 3 años, lo que aumentaría el precio de la energía eléctrica. El presidente de la Cámara Boliviana de Electricidad (CBE), Ángel Zannier Claros, advierte que esto podría generar un incremento en las tarifas eléctricas, a menos que se mantengan subvenciones significativas. Para evitar esto, se necesita una transición hacia fuentes de energía renovable y una reducción gradual de la subvención al gas natural.
Para abordar esta crisis, Bolivia necesita implementar un plan para eliminar gradualmente la subvención al gas natural y fomentar la generación de energía renovable. Esto podría incluir la implementación de subastas de suministro de energía renovable y un incremento moderado en las tarifas eléctricas para financiar la transición. De esta manera, Bolivia podría reducir su dependencia del gas natural y avanzar hacia una matriz energética más sostenible y diversificada.
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