Los insumos necesarios para el campo requieren derivados del gas y el petróleo para producirlos. El megayacimiento puede terminar con esas importaciones de agroquímicos y hasta pensar en exportar.
Como ejemplo de lo decisivo que es para la industria del agro, los costos de los fertilizantes, se puede tomar nota de lo que sucede en Europa desde que estalló la guerra en Ucrania.
Desde Noruega, que redujo la producción de fertilizantes a base de nitrógeno ante los aumentos de los precios del gas natural, pasando por Polonia y el Reino Unido que redujeron su actividad desde mediados de 2021, enseñan que el impacto de los costos por el gas natural, que representa el 70% de los insumos necesarios para producir fertilizantes, tiene a su vez un perjuicio directo en la producción de alimentos.
En ese contexto, la Argentina tiene la posibilidad de reducir las importaciones de fertilizantes desde el exterior fomentando la industria local y provocando, en el corto plazo, un ahorro sustancial por sustitución de importaciones.
Para el ingeniero agrícola Javier Preciado Patiño, Director de RIA Consultores, la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GNPK) podría liberar “unos 2,5 millones de metros cúbicos diarios para la industria nacional de los fertilizantes”. Esto significará “un ahorro inmediato de más de 700 millones de dólares anuales en sustitución de importaciones”. También se podrá “generar divisas adicionales por otros 220 millones de dólares”.
Un informe elaborado por RIA Consultores indicó que el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner representa “una gran oportunidad para la agricultura argentina, para productores y consumidores, para la sustitución de importaciones y la generación de divisas”.
Fuente: AgroSitio