Durante el Future Minerals Forum (FMF), el país árabe presentó una ambiciosa propuesta para la adopción de energías renovables y la reducción de la dependencia del petróleo.
En el mundo financiero, Arabia Saudita es conocida por sus enormes reservas de petróleo, que se encuentran entre las mayores del planeta, y por ser el principal exportador de esta materia prima. En los últimos años, la potencia árabe ha estado trabajando para cambiar esta imagen internacional y acercarse a las naciones que están adoptando matrices energéticas más sostenibles.
En enero, durante la última edición del Future Minerals Forum (FMF), el país dio otro paso en esta dirección: el ministro de Energía saudí, Abdulaziz bin Salman Al Saud, presentó la visión para la transición energética con inversiones de miles de millones de dólares en energía renovable y la exploración de minerales críticos.
Abdulaziz bin Salman es uno de los herederos de la Casa de Saud, el linaje real que ha gobernado Arabia Saudita durante décadas. La fortuna de la familia y del reino proviene en gran medida de la producción de petróleo. Con el anuncio, realizado en el foro celebrado en Riad, la capital del país, el príncipe declara al mundo una paradoja que pretende resolver: diversificar las matrices energética y económica del país y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de carbono que resultan de este negocio.
Fuente: Meteored