La industria petrolera rusa se adapta a las sanciones, encontrando nuevas rutas y mercados para mantener sus exportaciones y minimizar el impacto económico de la guerra en Ucrania.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la industria del petróleo y el gas en Rusia ha sido objeto de numerosas sanciones por parte de la Unión Europea, Estados Unidos y miembros del G7. El objetivo principal ha sido reducir los ingresos que Rusia obtiene de esta industria, que es la principal fuente de financiación para el gobierno de Putin. Para lograr esto, se han implementado dos estrategias clave: establecer un techo de precio para el petróleo ruso y prohibir la importación de petróleo y gas ruso por vía marítima a países aliados.
A pesar de estas medidas, Rusia ha logrado mantener sus niveles de exportación de petróleo y gas. De hecho, según datos de DataStream, en 2022 Rusia exportó 2.370 millones de barriles, y en 2023 este número aumentó a 2.445 millones de barriles. La tendencia se ha mantenido constante en 2024, con un nivel de exportación de alrededor de 2.330 millones de barriles.
Entonces, ¿dónde están yendo estas exportaciones? Los principales destinos son India, China y Turquía. India es el mayor consumidor de petróleo y gas ruso, con más de 625 millones de barriles. Le siguen China y Turquía, con 362 y 283 millones de barriles, respectivamente. Es interesante destacar que algunos países europeos, como Italia, Grecia, Holanda, Francia y España, también se encuentran entre los principales destinos de las exportaciones rusas en 2024.
Otra estrategia utilizada por los países occidentales para reducir las exportaciones rusas ha sido imponer sanciones a compañías, personas físicas y buques que ayuden a Rusia a eludir las sanciones. Esto ha llevado al concepto de «flota en la sombra», que se refiere a buques cuya propiedad no se encuentra en países de la Unión Europea o el G7, o que no están cubiertos por aseguradoras occidentales. Según un análisis, 290 buques han sido sancionados desde el comienzo de la invasión, y estos buques han exportado alrededor de 1.300 millones de barriles en los años posteriores a las sanciones.
En resumen, aunque las sanciones han logrado cambiar el panorama de las exportaciones de petróleo y gas rusas, no han logrado reducir significativamente los ingresos de Rusia. Los principales destinos de estas exportaciones son ahora India, China y Turquía, y los países occidentales siguen buscando formas de reducir las exportaciones rusas y minimizar su impacto en la economía global.
Fuente: infolibre