La reorganización de funciones daría la creación de un ministerio de Energía. Esto implicaría la separación del área correspondiente que, hasta ahora, dependía de la cartera de Economía.
La salida de Matías Kulfas del ministerio de la Producción abre varios interrogantes. Uno que parece comenzar a esclarecerse a partir de una definición -que tiene naturaleza política pero alcances macroeconómicos-, es la de una nueva arquitectura que de a luz un flamante ministerio de Energía. Esto implicaría la separación del área correspondiente que, hasta ahora, dependía de la cartera de Economía.
En el Gobierno confirman que esto diseño está en carpeta desde hace tiempo, pero que la salida de Kulfas seguramente dará impulso a la secuencia que podría derivar en algunos reacomodamientos. En opinión de las fuentes consultadas, el momento político parece oportuno, sumado a la posibilidad de “ordenar” la política energética nacional, cuya ejecución estuvo marcada en los últimos años de desaciertos, marchas y contramarchas y hasta cierta ineficiencia.
Otro elemento a tener presente, es que el presidente Alberto Fernández acaba de llegar de Europa donde presentó a la Argentina como futura proveedora de materias primas y, sobre todo, uno de los referentes en la venta al exterior de gas y petróleo.
En esa línea, Energía Argentina realizó ayer el llamado a licitación pública para la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, una obra estratégica que permitirá ampliar en un 25% la capacidad del sistema de transporte de gas natural y ayudará a desarrollar la producción creciente en Vaca Muerta.