El Gobierno de Estados Unidos ha dado un paso significativo en la lucha contra el cambio climático y para la protección de una inmensa área virgen en el noreste de Alaska.
El Departamento del Interior ha anunciado que cancelará los permisos que la Administración de Donald Trump había concedido para la explotación de gas y petróleo en el Refugio Nacional para la Vida Salvaje en el Ártico. También prohibirá la perforación en más de cinco millones de hectáreas en la Reserva Nacional de Petróleo -casi la mitad de su superficie total-, en la misma zona ártica del Estado.
Pero el anuncio deja en evidencia los complicados malabarismos que afronta la Casa Blanca del presidente Joe Biden. Debe compaginar su compromiso con la lucha contra el cambio climático y el respeto al medio ambiente con las presiones para que mantenga reducidos los precios de la gasolina cuando se acerca un año electoral. Las nuevas medidas no incluyen el colosal Proyecto Willow en la Reserva Nacional de Petróleo, donde la Administración Biden concedió permiso de explotación a comienzos de este año a la petrolera Conoco Williams, pese a las protestas de organizaciones defensoras del medio ambiente y críticas de la propia ONU. Se calcula que el proyecto, con una inversión prevista de u$s 8.000 M (unos 7.500 millones de euros) producirá 576 Mb de petróleo en los próximos treinta años.
“Cuando la crisis climática calienta el Ártico a un ritmo más del doble de rápido que el resto del mundo tenemos la responsabilidad de proteger esta venerada región”, ha declarado Biden en un comunicado. “Cancelar todos los permisos emitidos por la Administración previa en el Refugio Ártico y proteger 13 millones de acres (5,26 millones de hectáreas) contribuirá a conservar nuestras tierras árticas y la vida salvaje, al tiempo que honramos la cultura, historia y sabiduría perdurable de los nativos de Alaska que han vivido en estas tierras desde tiempos inmemoriales”.
Fuente: El País