La lucha por el petróleo del Esequibo involucra a la región y puede tener consecuencias geopolíticas.
La disputa territorial entre Venezuela y Guyana por el Esequibo ha escalado en las últimas semanas, con declaraciones bélicas y movimientos militares que han generado preocupación en la región. El gobierno de Guyana ha acudido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la controversia, mientras que Venezuela ha intensificado sus reclamos sobre el territorio, que considera parte de su soberanía nacional.
La disputa tiene raíces históricas, ya que el Esequibo ha sido objeto de reclamaciones por parte de Venezuela desde el siglo XVIII. Sin embargo, Guyana sostiene que el Laudo Arbitral de París de 1899, que cedió el territorio a Gran Bretaña cuando Guyana era todavía colonia, es el que debe marcar la decisión final de la CIJ. La situación se ha complicado aún más con la llegada de la industria petrolera a la región, ya que el Esequibo es rico en recursos naturales.
El gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, ha intensificado sus reclamos sobre el territorio, y ha llegado a comparar la situación con la invasión rusa de Ucrania. El presidente guyanés, Irfaan Ali, ha instado a la CIJ a intervenir urgentemente y ordenar a Venezuela que cese cualquier acción para seguir reclamando el Esequibo. La situación ha generado preocupación en la región, y ha llevado a la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros países a expresar su apoyo a Guyana.
La disputa territorial entre Venezuela y Guyana es solo una parte de un conflicto más amplio que involucra intereses geopolíticos y económicos. La situación es compleja y delicada, y requiere una solución pacífica y negociada que respete la soberanía y los derechos de ambos países. La intervención de la CIJ y la comunidad internacional puede ser clave para encontrar una solución justa y duradera.
Fuente: lanacion