El Fondo Monetario Internacional (FMI) quiere conocer, lo antes posible, un dato que considera fundamental para saber si la Argentina podrá cumplir su promesa de crecer este año entre 3,5 y 4,5% anual. Desde Washington se busca que pronto llegue a la sede del organismo el dato presumiblemente final de la cuenta que el país deberá abonar este año para proveerse del gas necesario para garantizar el uso doméstico y, fundamentalmente, los requerimientos de la industria.
Para el FMI el número será muy alto: superior a los 2.000 millones de dólares adicionales al valor presupuestado, dinero que la Argentina no estaría en condiciones de generar. Como consecuencia consecuencia, tendrá que conseguir ese dinero por fuera de lo que se calculó entre el Fondo y los negociadores locales que discutieron entre diciembre y febrero con los enviados del organismo los términos finales del Acuerdo de Facilidades Extendidas.
Desde el Ejecutivo se asume que habrá un cheque aún más caro por pagar para la importación de gas. Pero se hacen sumas y restas, y se afirma que el incremento de los precios para los commodities que exporta el país también estará por encima de lo previsto, y reducirá largamente las cuentas en rojo.
Fuente: Ámbito Financiero