La industria del petróleo y gas celebra la derogación de una tarifa que los obligaba a pagar por liberar metano, un gas que contribuye significativamente al cambio climático.
El Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución para derogar una tarifa federal a los productores de petróleo y gas que liberan altos niveles de metano. Esta medida, que no había entrado en vigor, formaba parte de la política climática del expresidente Joe Biden para controlar el «super contaminante» que calienta el planeta. La tarifa, que era de 900 dólares por tonelada y aumentaría a 1.500 dólares para 2026, se esperaba que generara miles de millones de dólares.
La derogación de la tarifa fue aprobada por el Senado con 52 votos a favor y 47 en contra, después de una votación similar en la Cámara de Representantes. Ahora la medida pasa al presidente Donald Trump, quien se prevé que la promulgue. La industria del petróleo y el gas ha elogiado la medida, calificando la tarifa de «un impuesto duplicado y punitivo sobre la producción de energía estadounidense que sofoca la innovación».
El metano es un gas de efecto invernadero muy potente que calienta la atmósfera, especialmente a corto plazo, y es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento global hasta ahora. Los productores de petróleo y gas son algunos de los mayores emisores de metano en Estados Unidos, y controlar sus emisiones es fundamental para abordar el cambio climático.
La derogación de la tarifa de metano es la última de varias medidas en pro del petróleo y el gas que los republicanos han tomado desde que comenzó el mandato de Trump. La medida ha sido criticada por los demócratas y los grupos ambientalistas, quienes argumentan que la tarifa era necesaria para reducir las emisiones de metano y abordar el cambio climático.
Fuente: lavoz