El Gobierno de Perú decretó una emergencia ambiental en la provincia de Talara, al norte del país, tras el derrame de petróleo registrado en el distrito de Lobitos, una zona reconocida por su actividad turística y pesquera.
La declaración de emergencia, que tendrá una vigencia de 90 días, busca que las autoridades desarrollen acciones inmediatas para la recuperación y remediación de las áreas contaminadas. Según una resolución del Ministerio del Ambiente, el incidente generó un impacto enorme en la fauna marina, las aves y las actividades económicas locales, como la pesca artesanal y el turismo, pilares fundamentales de la economía regional. El derrame ocurrió en la playa Las Capullanas, durante la operación de embarque de petróleo en el buque Polyaigos, cerca de la refinería de Talara. Aunque Petroperú no precisó el origen del accidente ni el volumen del crudo derramado, medios locales estiman que podría tratarse de aproximadamente un barril de petróleo, equivalente a 160 litros. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) determinó que el derrame afectó un área que oscila entre 47 y 229 hectáreas, abarcando desde la refinería hasta la playa Cabo Blanco, otro punto de gran valor turístico para Perú. Mientras tanto, la Fiscalía peruana inició una investigación contra Petroperú por presunto delito de contaminación ambiental, tras constatar la presencia de hidrocarburos en el agua y en las costas. Además, se registraron graves daños a la fauna marina y a las aves de la región.
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