Javier La Rosa, presidente de la filial latinoamericana de Chevron, presentó estas condiciones durante un evento en el Palacio Duhau, donde se reunió con representantes de la industria energética.
La primera condición es la necesidad de contar con normas estables y el respeto a los derechos adquiridos por las empresas. La incertidumbre regulatoria afecta la confianza de los inversores extranjeros, quienes requieren un marco legal predecible para comprometerse en proyectos de largo plazo. En segundo lugar, Chevron solicita el libre movimiento de capitales. La empresa considera que el cepo al dólar es una barrera significativa para la inversión, ya que limita la capacidad de las compañías para transferir sus ganancias y gestionar sus finanzas con flexibilidad. La posibilidad de repatriar capitales sin restricciones es vista como un factor crucial para atraer nuevos inversores y asegurar el flujo de fondos hacia el sector energético.
La tercera exigencia de la petrolera es la libertad para disponer de su producción de petróleo y gas, ya sea destinándola al mercado interno o exportándola según las condiciones del mercado. Chevron considera que la capacidad de decidir sobre el destino de los productos es fundamental para maximizar la rentabilidad y fomentar la competencia en la industria. Actualmente, las restricciones para exportar limitan las oportunidades de obtener mayores ingresos en mercados internacionales.
Finalmente, el desarrollo de infraestructura de evacuación es otro aspecto crítico. La falta de capacidad en oleoductos y gasoductos dificulta el transporte eficiente de los hidrocarburos desde Vaca Muerta hacia los centros de consumo y exportación. Chevron subraya la necesidad de inversiones en esta área para mejorar la conectividad y reducir los cuellos de botella que afectan la expansión de la producción.
Fuente: InfoEnergía