La economía argentina recibe un impulso significativo gracias al auge de la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta, que se suma a la diversificación del sector energético nacional.
La producción de hidrocarburos en la formación de Vaca Muerta está revolucionando la economía argentina, posicionando al país como un actor clave en el escenario energético global. Los datos del primer mes de 2025 muestran un crecimiento del 11,5% en la producción de petróleo y un 11,95% en la producción de gas, respecto al mismo período del año anterior. Esto ha generado un superávit comercial energético histórico que podría duplicarse este año.
La Cuenca Austral, ubicada en las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, es el segundo polo productivo de gas natural del país. La producción convencional en esta región aporta aproximadamente el 20% del gas consumido en Argentina. Además, la Cuenca del Golfo San Jorge, extendida entre las provincias de Chubut y Santa Cruz, es históricamente el principal productor petrolero del país.
La exploración en alta mar emerge como la nueva frontera energética argentina, con un potencial comparable al de Vaca Muerta. Tras las rondas licitatorias Costa Afuera Argentina, compañías como Equinor, Shell y TotalEnergies adquirieron derechos de exploración en la Cuenca Norte del Mar Argentino. El primer pozo exploratorio en esta región encontró indicios de hidrocarburos que están siendo evaluados.
La Cuenca Noroeste, que abarca Salta, Jujuy y Formosa, experimenta una reactivación tras años de declino. La reciente expansión del Oleoducto Norte y la reversión del Gasoducto Norte permiten transportar petróleo y gas desde Vaca Muerta hacia estas provincias. Empresas medianas como Tecpetrol y Pluspetrol han iniciado programas de reacondicionamiento en pozos inactivos, logrando reactivar la producción.
La diversificación geográfica y tecnológica garantiza que el resurgimiento energético argentino
Fuente: la-razon