La decisión de abandonar progresivamente la energía nuclear adoptada en 2002 llegará a su fin este sábado con el cierre de las últimas centrales.
La crisis energética no modificó la determinación de Alemania de abandonar la energía nuclear: el sábado, la mayor economía europea desconectará sus tres últimas centrales, apostando por una transición verde sin reactores atómicos.
A orillas del río Neckar, a una hora de ruta de Stuttgart (sur), la cuenta regresiva ya comenzó: el humo blanco que se eleva desde 1989 de la central de Bade-Wurtemberg lanzará su última emanación.
Lo mismo ocurrirá más al este en el complejo bávaro de Isar 2 y al norte en Emsland, del otro lado del país, cerca de la frontera con Holanda.
Muchos países occidentales dependen en gran medida de la energía nuclear y apuestan a esta tecnología para reducir las emisiones de carbono. Pero Alemania da vuelta la página, aunque el asunto haya provocado controversias hasta el final.
Fuente: La Nación