La expansión de las redes de transporte en el segmento shale y la salida al mercado exportador del crudo implican en Neuquén otro tipo de márgenes de maniobra para el gobierno.
Esta semana la provincia buscó darle previsibilidad a la cuestión salarial del año próximo: el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, convocó al diálogo a los sindicatos estatales. De esos encuentros, los gremios se llevaron la propuesta de actualizaciones salariales por IPC en el 2025. Es decir, una continuidad del sendero de variaciones que caracterizó el 2024, y que no tiene antecedentes en otros distritos provinciales. En Neuquén la antesala del debate presupuestario de este final de mes coincide con el crecimiento del 18% interanual en la recaudación vía regalías.
Es la contracara de los indicadores récords de producción: los 430.654 barriles de petróleo de agosto son también una foto del motor de la recaudación provincial. Si sobre el final de la primera década de los años 2000 sucesivos gobiernos se encontraron con la inquietante pregunta de cómo hacer para pagar aguinaldos en la era de la declinación del convencional, los últimos seis años estuvieron signados por el nuevo paradigma shale, que no permite “tirar manteca al techo” pero sí, hoy, anticipar debates salariales. Y también pensar en otro tipo de infraestructura para la provincia. Es evidente que el mercado financiero y los bancos de desarrollo ven una garantía adicional en el salto que protagoniza Vaca Muerta.
La nueva era del crudo implica un cambio respecto del escenario provincial y su recaudación. Por caso, el proyecto de ley de presupuesto del 2018 auguraba ingresos vía regalías de gas por 9543,5 millones de pesos; preveía que el petróleo reportaría por ese concepto 4720,3 millones de pesos.
Fuente: Mejor Energía