Brasil se ha convertido en cuestión de pocos años en una auténtica potencia petrolera. El crudo hallado y explotado en aguas ultra-profundas ha permitido que el país produzca más de 3 millones de barriles de petróleo cada día, superando a históricos como Venezuela o México.
Hoy, Brasil es el tercer mayor productor de toda América, solo por detrás de gigantes como EEUU y Canadá. La industria petrolera brasileña no se conforma con eso y ha empezado a poner las primeras piedras para reactivar al completo su mayor yacimiento de petróleo, el conocido como campo de Tupí o de Lula (por haberse descubierto durante el primer mandato de Lula da Silva) lo que podría suponer un plus para la producción de crudo del país.
Petrobras, la petrolera estatal brasileña, está cerca de llegar a un acuerdo con los reguladores gubernamentales que le permitiría seguir adelante con los planes para reconstruir el enorme campo de petróleo en aguas profundas, que tiene la llave para revitalizar la estancada producción del país, según revelan desde Bloomberg. Este campo fue una auténtica revolución para la industria petrolera de Brasil. Sin embargo, diferentes factores han enfriado la actividad del mismo, pese a que sigue teniendo un potencial sin parangón dentro del petróleo brasileño.
Fuente: UyPress